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El Laboratorio de filosofía germinal programa regularmente cursos y talleres dirigidos al público en general (vid. infra. ediciones en curso y previsión de fechas). Los grupos son de entre ocho y catorce participantes.
Además, todos estos ciclos se ofrecen a empresas, asociaciones e instituciones en un formato y a un precio a convenir entre ambas partes. También es posible diseñar talleres a la carta. Consulta condiciones: info@laboratoriodefilosofia.es
Este taller tiene por fin ejercitar nuestra capacidad de llevar un diálogo. A ojos vistas, sostener un debate que sea realmente colaborativo, equilibrado y fructífero no parece una tarea nada fácil. La mayoría de nosotros estamos lejos de poseer una destreza semejante, no nos han enseñado cómo se hace algo así o no hemos practicado lo suficiente. Sin embargo, a la hora de afrontar los retos del presente, nos resulta imprescindible pensar de modo colectivo y en primera persona. Juntas podemos discurrir más y mejor; si no asumimos esta posibilidad en los espacios que están a nuestro alcance, alguien se ocupará de llenarlos desde una u otra instancia de poder. Pero para eso necesitamos aprender a debatir.
Todos los días utilizamos, de modo irreflexivo, conceptos que son centrales para la filosofía occidental, tales como «verdad», «teoría», «razón», «necesidad», etc. Los utilizamos… y ellos mismos nos utilizan a nosotros, en la medida en que definen nuestras comprensiones y categorizaciones del mundo, aun cuando no nos demos cuenta de ello. Creemos saber a qué nos referimos cuando intercambiamos tales términos, pero si tuviéramos que explicitar su significado, nos veríamos metidos en un buen lío. El objetivo de este curso es examinar algunos de dichos conceptos, para tomar conciencia de las condiciones que nos imponen y propiciar, quizás, un cambio al respecto.
¿Qué es «filosofía»? A primera vista, un conjunto de textos más o menos vetustos custodiados por determinadas instituciones. Pero tales discursos atestiguan una actividad de tipo muy peculiar, y no son más que papel mojado a menos que provoquen en sus receptores la prosecución de la misma. ¿En qué consiste semejante actividad? ¿Cuáles son sus señas de identidad? En muchos momentos de la historia de Occidente, la filosofía fue considerada como una práctica de vida, como un modo de vida. ¿Qué relación hay entre el discurso filosófico y la práctica filosófica?
¿Sirve para algo la filosofía? Y aun cuando no sirviera para nada, ¿da lugar a algún cambio o nos deja igual que antes? ¿Qué efectos produce? ¿Qué «hace» la filosofía, qué trae consigo? ¿Cuál es su obra específica? ¿Es estéril o da algún fruto?
A lo largo de las últimas décadas hemos experimentado una revolución constante, silenciosa e incisiva: la incorporación de las tecnologías digitales a nuestra vida cotidiana. Primero vinieron los ordenadores personales, después internet y la televisión digital…; actualmente hay muy poca gente que no lleve un teléfono móvil pegado a su cuerpo, como si fuera una extensión del mismo.
Con la pandemia provocada por el covid-19, la presencia de lo digital se ha multiplicado exponencialmente: tele-trabajo, tele-enseñanza, tele-asistencia médica, tele-ocio y hasta tele-deporte… Todos estos escenarios han llegado a resultar no sólo verosímiles, sino incluso comunes y corrientes.
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